lunes, 17 de enero de 2011

Dueño de tu tiempo


Llegas a la oficina, trabajas tu jornada laboral y después te vas para tu casa.

Eso es lo que llevo esperando dos semanas enteras, poder terminar con mi jornada laboral de ocho horas y poder entrenar con tranquilidad y sin prisas. Han sido dos semanas muy estresantes, trabajando de 12 a 15 horas diarias, con apenas dos horas para entrenar y descansar. Lo mejor ha sido el poder conocerme en situaciones límite, sin perder entrenamiento a pesar del poco tiempo que disponía.

A menudo no nos damos cuenta del tiempo que perdemos haciendo cosas sin sentido, cosas que su único cometido es entretenernos sin ningún fin. Perdemos mucho tiempo, viendo programas de televisión, metidos en redes sociales ( yo el primero ) etc...

La mayor parte de la gente pasa tres cuarto de su tiempo trabajando, el otro cuarto restante lo dedica a su vida. Todo esto es debido a la mala distribución de las riquezas. Por eso, hay que aprovechar ese tiempo que nos queda, disfrutar cada instante, vivir en el ahora y salir de ése análisis que siempre hacemos o preguntamos de como cambiar o mejorar nuestro estilo de vida.

Se que los tiempos están muy difícil, para encontrar trabajo, para llevar una vida decente y honrada y sobre todo para realizar lo que te gusta. Hay que pensar que mucha gente ve como se le va lo más preciado que tiene el ser humano, su tiempo de vida.

Pienso que deberíamos reflexionar unos minutos y preguntarnos si es ésta la vida que queremos, si es así pues te felicito por lograr lo que siempre has querido pero si no es así, empieza por preguntarte que tipo de persona te gustaría ser, que tipo de trabajo te gustaría tener, con que persona te gustaría estar y sobre todo una vez terminado no lo dejes en el olvido si no empieza a realizar y a contestar tus preguntas.


“Veo al final de mi rudo camino que yo fui el arquitecto de mi propio destino; que si extraje las hieles o la miel de las cosas, fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas: cuando planté rosales, coseché siempre rosas.”
Amado Nervo